“Cada vez que ayudo a mi hijo a hacer los deberes me frustro porque no entiendo cómo es posible que haga errores tan tontos”.

Es posible que esta afirmación forme parte de tu día a día, ver que tu hijo hace tantos errores cuando está estudiando a veces te lleva a perder la paciencia, y esto a su vez no te permite ayudarlo como te gustaría.

Corregirlo cuando se equivoca al escribir una palabra es parte del proceso de asistirlo en su estudio porque de lo contrario no podría darse cuenta de los errores que hace, pero también tienes que tener en cuenta que a nadie le gusta equivocarse y a tu hijo tampoco. Es por eso que la forma en la cual le comunicas estos pequeños fallos puede tener un efecto decisivo en su rendimiento. Si tienes que corregirlo hazlo de forma amable, con alegría, con una sonrisa y sin regañarlo, de forma que ambos viváis los errores como una parte del aprendizaje. De esta forma podrá enfocarse en cómo se escribe correctamente la palabra en lugar de sobre la frustración por haber vuelto a cometer otro error.

Estamos acostumbrados a ver los errores como si fueran fracasos que nos avergüenzan y nos incomodan, sobretodo cuando nos equivocamos delante de otras personas porque no sabemos cómo nos van a juzgar, qué pensarán o si seguirán apreciándonos igual que antes. En el estudio funciona de la misma forma con las notas, permitimos que un número determine nuestro valor y el de nuestro hijo y que haga mella sobre su identidad y su autoconfianza.

Romper esta asociación causa-efecto es fundamental para el futuro de tu hijo porque en la vida la única manera de aprender es experimentando y la experimentación a veces implica equivocarse y aprender de esos errores.

Como padre o madre tú tienes un rol fundamental porque eres la persona en quien más confía tu hijo, y por lo tanto la forma en la que le transmites la diferencia entre fracaso y aprendizaje será determinante para su desarrollo. Puedes enseñarle que equivocarse es parte de su crecimiento y que esto no determina quién es ni cuánto valor tiene. De esta forma no solo conseguirás que se sienta capaz de hacer bien sus tareas sino que también podréis disfrutar cuando se acerca el momento de hacer los deberes.